2021 nunca serás famoso .I.

 Terminando el año con una gran interrogante: ¿Cómo chingados padres me las arreglé para sobrevivir? 

Y es que, oigan, contrario a las opiniones de mis amistades, a mí no me gusta ser fuerte ni resiliente. De hecho, prefiero ser tonta y sencilla y débil, no tengo interés en desarrollar mi personaje en este arco narrativo que es la vida. De verdad. Una vida tranquila y calmada, tipo de slice of life nO LO SÉ, ya me cansé de ser la guerrera más hábil y guerrerosa de diosita pOR FAVOR PIEDAD quién sea que esté usando mi muñeco vodoo

No me merezco tanto odio :c


Enigüeis, como es de esperar, la vida no tiene ni paciencia ni compasión conmigo y rara vez es amable de hecho. Así que, usando mi único recurso a la mano que tengo para sobrellevar tanta desgracia, voy a resumir los pasados doce meses en memES Y COMENTARIOS CÍNICOS y quizás una que otra canción, claro que sí, cómo que no.





Enero era la oportunidad perfecta para empezar desde cero, porque todo el mundo se emociona con los inicios (Aunque YA SÉ QUE EL TIEMPO ES UN INVENTO Y NO EXISTE COMO TAL), quise ir tan al fondo de mi memoria para retratarles algo fidedigno pero lo cierto es que enero fue muy equis. No recuerdo que algo especial haya pasado, más allá de algunas tensiones en mi familia por asuntos de familia pero ajá, nada preocupante ni dramático.

Enero llegó y se fue como una gran equis: En el monótono frío, el melancólico invierno se desvanecía. Hubo días calurosos y luego unos muy fríos.

Meh




En Febrero mi vida se fue al caño y, aunque todo lo recuerdo con una nitidez espantosa, también pensar en eso me provoca taquicardia e insomnio. A veces termino hiperventilando. Pero aquí vamos -por amor al arte y porque amo torturarme a mí misma-

En medio de lo que ha sido una pandemia de proporciones apocalípticas, mi tía favorita se contagió. A los pocos días de conocer que todos en su casa ya habían perdido el olfato o habían manifestado algún síntoma, mi familia -que solía convivir mucho con elles- corrimos a hacernos la prueba. Pocas horas después, una gélida madrugada nos llamó mi primo: Que mi tía había fallecido. Así de rápido. 

Y el mundo, para nosotres, para mí, se fue al caño.

Lloramos y nadie durmió un carajo esa noche. A la mañana siguiente nos entregaron los resultados: Mi hermana y yo dábamos negativo pero mis gfs daban positivos.

Créanme cuando les digo que nunca había pasado por algo tan difícil: En medio de lo que era uno de los peores duelos de mis veinticinco -entonces- años, tuve que hacerle de enfermera, psicóloga, médico, cocinera, limpiadora...

¿Saben? Es gracioso cómo la gente reacciona diferente al duelo. Mi hermana, quién siempre es la energética y la hacedora de cosas, se había quedado como petrificada. Como si su cerebro y su cuerpo hubieran perdido conexión. Y yo me convertí en piedra para ser el pilar de la familia.

Preparaba los alimentos de mis gfs, hablaba diario con el médico, les daba sus medicamentos, los acompañaba a salir a caminar al solecito, sus inyecciones, lavar sus platos con cloro, llevarles dos tés diarios, platicar con elles, tomarles los signos, contestar llamadas de mis tíxs y primxs.

Fueron tres semanas muy difíciles. 

Dejé de comer y dejé de dormir, no miento y el cansancio empezó a pasarme la factura haciéndome adelgazar a grados preocupantes y también oía voces lmaooo lo más espantoso que me ha pasado. Porque yo sabía que no eran fantasmas los que querían comunicarse conmigo -en mi casa los fantasmas no hablan-, yo sabía que era mi cerebro sucumbiendo ante el estrés, el luto, el cansancio...

Cuando el médico creyó prudente les hizo dos pruebas más para confirmar que ya no tenían covid y síp, dieron negativo. Fue todo un alivio. Un terror. 

Ese nivel de angustia nunca lo había sentido. 

Después de esas tres semanas el apetito me regresó, pude dormir más de tres horas y tuve la energía para contestar los mensajes y llamadas de mis amistades.

Hubo algo muy bueno que pasó en ese mes también: Manzano llegó a nuestras vidas <3





Para cuando llegó Marzo, el proceso de admisión para plazas docentes empezaba ya. ¿Y yo? Yo tenía uno o dos cursillos de pocas horas para mi CV. Gracias a todo lo que aconteció el mes pasado tuve que abandonar mi diplomado y mis estudios, pero no podía quejarme, realmente estaba agradecida de que un virus tan peligroso y poco conocido, que podía ser fatal en gente de la edad de mis gfs, no les hubiera dañado significativamente. 

Me resigné a entregar mis papeles con lo poco o mucho que tenía y sabía. Había estado fuera de mi control y por esa parte no sentía nada de culpa o inseguridad. Equis.

E igual que el año pasado, hice todo mi proceso eligiendo la cdmx como destino.

Y crucé los dedos.




En Abril cumplí veintiséis años y pues ya. Mi cumpleaños pasó sin pena ni gloria. No me sentía festiva ni emocionada, de hecho, soy muy indiferente ante a la idea de crecer porque no la entiendo. Y tenía muy poco para celebrar.

No me sentía muy a gusto viviendo, la verdad se ha dicho. Y sé que mucha gente estaba -está- contenta de que yo esté viva y todo, lo entiendo y lo agradezco, pero creo que si es mi vida la que debería estar disfrutándola más yo que nadie más pero ajá, equis.

Cuando vivimos eso que vivimos en febrero, hubo una noche en que soñé con Karli. Luego de dos años y medio sin saber de ella, la volví a extrañar y volví a desear que estuviera ahí conmigo. Sabía que cuando estaba con ella nada parecía tan malo.

Mis deseos se hicieron realidad porque, un fin de semana, el mimors y yo retomamos comunicación y nuestra relación. Una semana después Karli me escribió un whats una madrugada y desde entonces no hemos dejado de platicar.

Y luego me sentí horrible porque yo estaba tan emocionada por reencontrarme con elles dos, que olvidé el aniversario luctuoso de mi amiga.

La culpa casi me come viva.

Pero sobreviví.



Con Mayo entrando aposté nuevamente por mi carrera de escritora y me inscribí a un par de cosas, cruzando los dedos, deseando ser suficiente para ser tomada en cuenta.

Sin perder de vista mi carrera como maestra, sabía que no podía dejar de lado el escribir porque si no la ideación s*icida regresa muy fuerte lmao 

Así que ahí estaba yo: Una noche mandando todos mis proyectos, llenando formularios, explicando por qué soy merecedora de vivir de escribir, esperanzada a que ese jurado viera que quizás no soy la mejor escritora del país pero soy de las más creativas PORQUE LO SOY

También y tras un año y medio de pandemia, regresé a las calles cuando mi ciudad estuvo en semáforo verde. Lo primero -y único que hice ese mes, la vdd-, fue ir a la casa de una de mis mejores amigas para tomar café y platicar. Estuvo cotorro. 



En Junio seguro no pasó algo interesante porque no lo recuerdo muy bien lmao.

Empecé a tomar -mucho más de lo usual- porque me sentía solilla y devastada y no soy buena expresando mis necesidades así que me parece mejor ahogarme en vino y escribir historias tontas.



Para cuando Julio llegó, me di cuenta de que pasaba mucho tiempo evadiendo a mis amistades. Rara vez mantenía una conversación por más allá de diez mensajes, nunca contestaba las llamadas ni las devolvía y empecé a dormir muy mal. A veces me despertaban las pesadillas y otras veces me daba insomnio. Las pastillas para dormir me sirvieron. 

El vino también.




En Agosto mi relación con el mimors empezaba a resquebrajarse con tanta fuerza que me sentía atrapada. Como si ante cualquier paso en falso el piso bajo mis pies se fuera a desvanecer y yo caería por un agujero negro, no lo sé. 

Y tampoco fue algo de lo que me animara a hablar, porque sabía que si lo apuntaba al elefante en la habitación, sería nuestro fin. Lo sabía, lo sabía y no quería dejarlo. Estaba tan enamorada de él que mi manera de mantener mi vínculo con él era, pues, hacerlo por los dos.

Eso me desgastó aún más y me escondí de mis amistades y de mi familia. Sólo podía respirar en mi soledad y con mi perro, cuando entre llantos tomaba aire y entre pesadillas hiperventilaba.

El m*gisterio no me llamó para ofrecerme trabajo de maestra y eso me desanimó mucho y eso tampoco se lo dije a alguien.



Septiembre parecía asomar una mejor cara de las cosas: Pensaba que si bien lo de ser maestra en la cdmx no me había salido como yo quería -otra veZ PARA VARIAR-, tal vez lo de escribir sí. 

Como no soy muy adepta a participar en nada porque XXXXX ???, tenía la esperanza de que ésta al ser mi "primera vez" podría resultar en algo bueno. 

El mimors cumplió años y no lo celebramos porque él no tenía ganas de hacer algo. Nuestro final era inminente, lo sabía y creo que él también.




Cuando llegó Octubre lo único que podía emocionarme era regresar a mi maratón de pelis de terror, que el año pasado había hecho con mis amistades los fines de semana, pero que esta vez haría yo sola y diario, para ver cuántos días podía sostenerlo.

Resulta que, aunque lo empecé sola, el segundo día se juntó mi amigo Dan y luego mi amigo Ángelo y estuvo súPER COOL porque diario vimos una película de terror y descubrí muchas muy buenas y otras malísimas y me espanté, lloré, me emocioné y todo, wow. Fue como si regresara a la vida otra vez, me sentí otra vez como... persona.

Y pues sí, en medio de todo esto, durante una llamada con el mimors entendí que el final era lo lógico, que era la única opción. Que él ya no me quería, al menos no en ese momento -no lo dijo pero yo lo intuyo ok?? mi percepción siempre ha sido de que me quieres o no me quieres y yap, alv-, así que hice mi duelo por eso y ajá y después una madrugada le escribí una carta y lo bloqueé de todos lados.

Cuando digo de todos lados me refiero a TODOs los lados. Hasta de mi página de memes.

im sorry :v

LUEGO RESULTA que el m*gisterio ME LLAMÓ para ofrecerme TRABAJO DE MAESTRA EN LA CDMX y aaaaaa

La emoción, ¿Ya saben? Por fin algo me había salido bien. El problema era que TODOS LOS PAPELES que me pedían, además de ser diferentes a los que ya me habían pedido aquí en gto cuando hice el mismo concurso en el 2017, necesitaban ser expedidos de allá. Lo peor de todo es que no me dejaron margen de tiempo: Tipo me hablaron un martes, avisándome que el miércoles debía llevar mis papeles a tal edificio en tal calle, a las dos de la tarde y yo tipo KHEEEE POR QUÉ ME HACEN ESTO AAAAA

El viaje en autobús de aquí a allá son seis horas, no me daba el tiempo de hacer nada y además de eso tampoco tenía tiempo para buscar dónde vivir. ¿Y si rentaba algo en el sur y resulta que la escuela me quedaba en el norte, en el centro? ¿Y si no encontraba dónde rentar? 

¿Y si me perdía alv? La última vez que había estado en el metro -en marzo del 2020- me perdí y estuve así de pokito de aventarme a las vías de la desesperación omg. No me sentía lista, no eran las circunstancias en las que yo necesitaba que se diera todo. Esperaba que me hablaran en agosto y me dieran los quince días que dan entre proceso e inicio de clases: En esos días bien podría haber encontrado casa, habría hecho todos mis papeles, cambiado hasta mi INE, habría podido habituarme a una ruta para llegar a mi trabajo y todo eso.

No así.

Así que no fui :'v  y el insomnio se hizo peor y otra vez perdí el apetito.

Ah sí y recibí mi primera dósis de la vacuna spunik -chinga tu padre vl*dimir!!!-






Era Noviembre y todo parecía volver a la normalidad. Fui a una fiesta de disfraces organizada por mi familia. Aunque mi disfraz no salió como yo quería, me la pasé bien, me empedé, comí dulces y ajá. Por fin pude poner un altar de día de muertos en mi casa, algo que me había resultado imposible el año pasado por la cuarentonta.

También en este mes empecé a darme cuenta que, si bien mis sentimientos no eran enteramente románticos, todavía podía sentir interés en las personas, claro que sí y descubrí que era el crush de mi crush de tuiter :v

Pero ajá, siento que igual la distancia lo hace muy complicado y todo eso. ADEMÁS según yo dije que ya no quería volver a repetir mis hábitos de saltar en relación en relación. Una parte de mí todavía seguía enamorada del mimors y anhelaba una reconciliación, pero ajá. Incluso cuando pasé más de la mitad del mes en total estado de ebriedad, no le llamé, no le escribí, no hice nada.

Y seguí escondida de mis amistades, hasta que una amiga me escribió por whats para mandarme al diablo por haber descuidado mi amistad con ella en los últimos meses -o al menos eso entendí- pero creo que al final ya no me mandó al diablo o no lo sé, luego escribiré de eso. Todavía nos seguimos escribiendo y bromeando y ajá, así que ???



Y por fin Diciembre está aquí y sólo puedo decir que, cada vez que miro atrás, me dan ganas de matarme.

Siento que lo único que he hecho es arruinar cada aspecto de mi vida: Sin trabajo, sin pareja, sin autoestima ni seguridad por la vida, sin puentes de comunicación estables y sanos con mis amistades y mi familia, siN SALUD porque, y ojalá me crean, todavía las secuelas del c*vid me persiguen -acuérdense que el año pasado en noviembre me contagié alv-

Siento que estoy más triste que antes, más devastada, más inestable, más rota, más sola. Más infeliz.

Al mismo tiempo pienso que, wow, es que miren a todo lo que sobreviví y sigo aquí en una pieza -y en contra de mi voluntad >:c-

Una de las únicas cosas buenas que pasaron es que retomé mi ritmo de escritura y ahora escribo mucho, mucho rato y soy muy feliz haciéndolo, de veras, aunque no me genere ningún dinero o fama, o lo que sea. A la página de memes le ha ido muy bien, a pesar de mis inconsistencias o mis memes medio raros o cero graciosos. He aprendido a aceptar ayuda de extrañes. 

Y creo que voy a estar bien. Voy a estar mejor

"You live and you die
But the hardest pill to swallow is the meantime
Are the best days just the ones that we survive?"



Gracias a todes por acompañarme leyendo este blog. Les agradezco mucho. Nos seguiremos leyendo en A Very Charlie Marian Story: Esto es personal >:3


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