Y vaya, ni siquiera voy a decir que es porque te "bajan" a los maridos o porque no les gustan las pelis de terror. Creo que va más allá de todo eso que conocíamos de niñes y adolescentes.
Pienso mucho en cómo mi vida ha cambiado bastante a lo largo de los últimos cinco años y no lo digo nada más por mero crecimiento personal o porque el mundo se fue al carajo hace dos. Mi vida ha cambiado mucho, de verdad. Digo, de titularme a obtener el trabajo más deseado de la gente de mi área hasta el suicidio de mi amiga, agresiones sexuales sufridas a manos de ex amigOs, corazones rotos, blackouts en Guanajuato, mi renuncia, la difamación que se hizo en mi contra luego de una amistad que llegó a su fin, chalalá chalalá, puro trauma, pues. Más muertes, más episodios depresivos, más alcohol y más pesadillas.
Si les soy sincera no recuerdo cómo es que mantuve a las amistades que actualmente conservo. No sé cómo. Entre que trabajaba, viajaba un montón y me emborrachaba por las noches, no sé de dónde sacaba el tiempo o la energía mental para responder llamadas, mensajes y llegar a tiempo a nuestras citas para comer o tomar café. O ir al cine, ir a los antros, fiestas de babyshowers y ajá.
Creo que la pandemia pasó a aminorar mis fuerzas. Me siento muy cansada. Me cuesta mucho mantener la atención en algo por un largo tiempo.
Antes, al menos eso creo, podía etiquetar a la gente en memes de facebook, o los descargaba y se los mandaba por whats. Ahora es diferente. Pasan días y yo ni entro a fb, o sólo entro a mi página, publico y me voy.
Tampoco reviso mis mensajes de whats con la misma obsesión ansiosa del 2019. Ya no regreso llamadas, ni siquiera a mi gfa, ya no leo los comentarios de mis posts o cosas así. De plano tengo mi teléfono en silencio.
¿Qué pasa? ¿Es por la adultez, la vida, el mundo, la depresión? ¿Es que ya no siento lo que sentía antes por mis amistades, con el mismo entusiasmo?
Siento que es difícil tener amigues cuando somos adultes, sobre todo porque siempre estamos trabajando y cuando no es así estamos cansades.
Desde que la pandemia fue una realidad dejé de ver a mis amistades. Sólo en mayo de este año cuando mi ciudad estuvo en verde fui a la casa de una amiga para platicar y eso ha sido todo. Con el resto de mis amistades nos hemos mantenido en contacto de tanto en tanto, por mensajes de whats. Hay con quiénes mantengo conversaciones largas y tendidas, y hay con quién sólo un par de mensajes y ya está.
No les llamo y elles eventualmente dejaron de hacerlo. Pero no me lo tomo a mal, digo, sé que están sobreviviendo a su manera y con sus responsabilidades. Al contrario, siento que yo en comparación a elles la tengo "más leve" y aún así no me da el día o la energía para agarrar el teléfono y llamarles.
Hago tantas cosas, por diversas razones, que cuando tengo un minuto para sentarme y escribir un mensaje ya es media noche y seguramente nadie me va a responder de inmediato y qué oso molestarles.
Luego también pienso: ¿Qué les puedo decir? ¿Cómo estoy? Pffff, no quiero asustarles. ¿Qué he estado haciendo? ¿Qué voy a hacer, cuáles son mis planes? ¿Cómo voy con X proyecto, con Z persona...?
Pfff, por donde sea que lo mire, no hay buenas noticias. No quiero alarmarles, no quiero que se preocupen pero tampoco quiero mentirles. Entonces es más fácil para mí simplemente no escribirles.
Supongo eso de no hablar es un arma de doble filo, porque entonces me preocupa mucho que piensen que soy mala amiga que no estoy al tanto, o que prefiero estar con otras personas o haciendo otras cosas cuando claro que por supuesto que no. Pero me resulta difícil comunicarme sin levantar sospechas.
No puedo simplemente llamarles o escribirles diciendo de antemano que no quiero hablar de mí, que sólo quiero saber lo que ha estado pasando por sus vidas.
Habrá quién de mis amistades lo respete y diga que ok, habrá quién se asuste y se preocupe. Habrá quién me presione para hablar y termine rompiéndome en uNA LLAMADA POR TELÉFONO y habrá quién prefiera hablar conmigo cuando yo esté en condiciones de estarlo.
Pero seamos sinceres: No estoy en condiciones. No sé desde cuándo pero no lo he estado en un buen tiempo. La pandemia vino a hacerlo todo peor.
Por eso las pocas veces que tengo un rush de energía es cuando estoy ebria y me pongo a escribirle a todo el mundo que le quiero y le extraño y que espero pronto verles y que ojalá estén bien. Y eso es todo. Me desaparezco una semana, quince días o tres meses.
El hecho de que yo no esté bien conmigo misma ni con mi vida me hace muy dificíl y cansado estar bien con lo demás.
Quizás mis amigues lean esto y piensen que para nada es el caso, que elles entienden y que serán pacientes. Que está todo bien entre nosotres.
Pero mientras más pasan los días, menos excusas tengo para evadirles, y más ansiedad me genera el hecho de que TENGO que estar ahí, presente. Porque de lo contrario elles no encontrarán valor en mi amistad, digo al final para qué si no estoy ahí con elles celebrando, llorando, lo que sea?? ¿Cuál es el punto de ser amigues si al final elles no saben quién soy, porque he cambiado -a punta de tanto trauma-?
Eso pienso yo. Y me duele el estómago de pensar que para elles me voa convertir en un estorbo y AY NO, YA NO QUIERO PENSAR EN ESO.
Siento que es como esa canción de Lauv que dice "I love my friends to death, but I never call, I never text"
:(
denme chance de que se me pase esto tan horrible que estoy viviendo, pofabo y grasias x la paciencia!!!
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