De la teoría del odio

¿Qué haces con tu odio?

Yo escribo, escribo mucho. Me parece que cuando mejor me desempeño sobre un teclado es cuando estoy enojada o cuando estoy herida, ambos buenos motivantes para alimentar a mi propia flama de odio interno. Escribo cuentos, novelas, revistas, textos, análisis, hilos de tuits, posts de mi blog, publicaciones en facebook, cómics, viñetas, memes...

Creo cosas, pues. Quizás artísticas si consideramos mi carrera de poeta que inició y se acabó durante mis años de preparatoria -A veces todavía me atrevo a escribir poesía pero sé que no es buena-

El odio puede ser muchas cosas y se manifiesta y se siente de muchas maneras. Para mí es como energía que puede ser destructiva o constructiva. Pero a pesar de que desde que tengo consciencia he elegido el camino de ~la creación~, también de vez en cuando me desvío y hago desastres por cobrar mis vendettas personales.

Al final creo que odiar está dentro de nuestra naturaleza como humanidad y seres vivientes, pensantes y sintientes. No creo que nadie sea inmune al odio y créanme, he visto esa energía violenta en los corazones más bondadosos. A mí no me asusta. Desde hace mucho sucumbí ante mi propia oscuridad y no me avergüenza ~odiar~.

Me avergonzaría si los frutos de mi odio fueran como los de mucha gente que podría citar y dar seña y santo pero no creo en propaganda gratis.

¿Qué haces tú con tu odio?

Es fácil ver que la gente encuentra paz mental y se deshace de su odio a través de odiar y hacer pedazos a los objetos de su odio y miren, QUIÉN SOY YO PARA JUZGAR cuando tienen mi historial no les dan ganas de ponerse una sotana y andar predicando moalidad barata pero sí voy a criticarles porque la cosa no es que lo hagan. La cosa es que no lo admiten.

Ya escribí de eso aquí (Stephen, el fanatismo activista y yo) y no puedo creer que tenga que repetirlo pero me harán hacerlo: Si conocieran la cantidad de gente odiante que a través de títulos, PDFS y colectivos han encontrado su justificación para seguir transmitiendo ese odio no me lo creerían. Si conocieran esa cantidad, créanme, llorarían.

La gente con ganas de odiar y de hacer pedazos se puso una camiseta y se puso coronas intelectualoides-woke para predicar odio, para esparcirlo. Se dio a sí misma el permiso de hacer pedazos a otras personas porque el odio lxs envenenó, porque esa es la única manera que tienen de lidiar con esa energía destructiva. 

Faltos de creatividad, yo diría. Basic bitches también.

Si tienen dudas sobre lo que acabo de decir, sólo piensen en las TERFS. No necesito ahondar porque esa lógica abarca a MUCHOS MOVIMIENTOS pero un ejemplo que creo que todxs conocemos son ellas.

Lo peor de todo es que, más fuerte que el amor o la compasión, el odio es pegamento, el odio es sectario. Nada une más a la gente que el odio.

Temprano en la semana pasó algo de lo que no he querido hablar porque 1: no es asunto mío aunque me afectó directamente de maneras bastantes desagradables y 2: es una porquería que me triggereó bastante porque no fue la primera vez.

Después de salir a caminar un buen rato, después de abandonar internet todo ese día, después de pensar y reflexionar y quejarme de eso con algunes de mis amigues y mis xadres, tomé una postura al respecto.

La ira, la frustración, la impotencia, el miedo y el odio -porque odié lo que le hicieron a mi amigue- que sentí decidí mezclarlos en una olla y hacer brujeDIGO decidí hacer algo con ello, ¿Saben? Escribí en mi diario y dibujé unas viñetas para algo que tengo entre manos. Hice ejercicio. Hablé sobre lo que sentía, sobre lo que me dijeron esas personas y escuché y leí otros puntos de vista. Decidí aprender.

Lo que no me entra en la cabeza y quizás nunca lo haga es cómo alguien piensa que infligir el odio y la violencia que vivió en alguien más, usando la excusa que sea, en el nombre de quién sea, es buena idea, ya know???

Me pone muy triste. 

No importa cuántos nombres rebuscados, cuántos PDFS y libros citen, cuántxs teóricxs, cuántxs activistas, cuántos movimientos, cuántas estadísticas, cuántos screenshots usen... Si basan todo su trabajo en odiar, no sirve de nada. Sigue siendo odio con nombre elegante.